domingo, 21 de diciembre de 2008

Primera poesía

Sin perder la calma
los colores se invierten
interrumpiendo las palabras
que intentan viajar

en aquellos lugares que un día llenamos
vuelven a dibujarse tus labios
y sonrisas,
tu voz cargada de desilusiones
anunciando dudas
que solo se veían
desde las esquinas
donde te sentabas incómodamente
a ver a la vida
arrastrar con su corriente las imágenes
que te emocionaban;
a mi me costaba entender

el viento del que hablamos
y del que no,
continúa acariciándome a veces
y yo a veces vuelvo a sentir el vacío;
sin pistas
sin dudas,
dejaste un acertijo como los que disfrutabas,
como los que compartías conmigo
cuando las tardes y las noches
eran aún sinónimo de algo que ocurría.

Olvidaste avisarme
que no necesitas que te espere
como habíamos acordado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El cielo se caia a pedazos pero con un atraso que molestaba a pocos. Las gotas de abril atropellandose unas a otras peleaban por caer en las aceras de Santiago. Un saludo y un abrazo pasajero de dos desconocidos me hizo recordar que en un lugar cercano mis amigos, ocupados por la velocidad de este mundo, estarian extrañando un gesto de amistad y de humanidad como el que acababa de presenciar, un abrazo y un saludo.
d.