viernes, 19 de agosto de 2011

Una sola vez


Hace seis semanas atrás una mujer roborizada cerraba la puerta y le ponía pestillo, dejando adentro de la habitación junto a ella a un hombre que la esperaba en medio de la noche. Lo que ocurrió entonces será por siempre un misterio pues nada se oyó y nada se supo.

Seis semanas después en la penumbra de la noche la señorita volvía a cerrar la puerta y le ponía cerrojo, esta vez, para dejar afuera a aquel joven que no hizo muchos esfuerzos por entrar pues su intención era devolverle un pañuelo. Recordó entonces lo que hace tiempo había aprendido; cuando una mujer decide cerrar una puerta no hay forma de volver a entrar. Por fin se relajó y con un suspiro y una sonrisa dijo adiós. "Por cada puerta que se cierra, diez se abren"- había leído alguna vez.

A partir de ese momento hubo entre ambos un inexplicable pacto de no volver a hablarse.
En el paño hay ahora un nudo apretado y parece que no es adecuado intentar algunas cosas más de una sola vez.

martes, 13 de julio de 2010

Transito nocturno

Perdóname por las veces
que solo he sabido pedir perdón,
la humildad es necesaria pero nunca basta,
el silencio quiebra la tierra que se me hace difícil de entender,
me acostumbré a ir ligero por el aire
a arrancar pronto y rápido
de mi
jajaja jaj ja ja
empezamos de nuevo con lo mismo.


Gonzalo Rueda

martes, 7 de julio de 2009

El amor se expande

Hoy vi llorar a tres mujeres que no conocía. Lloraban por sus hijos, tenían que dejarlos hospitalizados, lejos de su cuerpo. Una Doctora trataba de explicarles el motivo, con tecnisismos que yo apenas entendía. Al interior de aquella sala blanca y tibia de puerperio habíamos cuatro alumnos, una doctora, dos técnicos de enferméría, seis guaguas llorando al mismo tiempo que tres mujeres sollozaban y tres mujeres reían, . Una de estas últimas improvisaba en una esquina una canción para su bebé que tenía por letra lo felices que estaban por irse para la casita, juntitos. Se aseguraba que las demás la oyeran elevando la voz. Era gorda y tóxica. Resaltaba su pelo que era de un color artificial, sus manos sudorosas, una voz demasiado aguda, y sus grandes senos llenos de una leche que no había querido salir.

La Médico mientras tanto intentaba convencernos que la mejor forma que nosotros podíamos internvenir en el futuro de aquel niño, es examinandolo cuidadosamente buscando algún signo que se aparte de la normalidad, lo que sería indicatorio de un proceso patologico subyacente...
porque la verdadera medicina es auqella que.... Y además de eso...


Yo me preguntaba de qué forma se podría intervenir para protejer a los niños del lado perverso de sus madres, de su lado adicto, de su lado ansioso y de su deseo de querer controlarlo todo, de su falta de solidaridad...

Después pensé que la culpa no es de aquellas madres, es del machismo y los hombres que han liderados las sociedades en estos últimos cientos de años y han hecho de un planeta que solía ser hermoso, un puto basurero. Y todo por sus ansias de poder y sus fantasías millonarias. Entonces queda gente que casi no tiene nada y vive como la mierda, y su único placer (Lo que libera Endorfinas) es la comida. Y mientras más grasa, más azucar y más sal: Mejor! Se aprende que la única manera de salir de lo díficil es sacando ventaja y eso se logra cagandose a la gente.

Pero la culpa nuevamente no es de ellos, es de los hijos de puta que han tomado para si mismos el 90% de un pastel que se supone debe alcanzar para todos. ¡Y todos significa muchas personas!

Luego pienso que hay una pequeña gran diferencia entre luchar contra el mal y luchar a favor del bien.

Entonces, debí haberme acercado a la que parecía ser la más angustiada, tomar su mano, acariciarla, sentarme en la cama a su lado, mirarla a los ojos y sin duda debí decirle que no se preocupara... Que el problema con "dar de alta" a su hijo, es casi casi una traba administrativa/ulta preventiva y que no es nada grave. No me atreví, ni siquiera lo pensé.

Música y vacío

El silencio llena la música
volviéndola hermosa y suave,
mientras los sonidos se vuelven
sólo simples detalles.

El silencio propio
es un castillo perfecto.


Gonzalo

Humedad y frío

El invierno golpea esta vez
con sus ganas guardadas desde antes,
me parece justo.

Y reaparece mi voz
escondida por un tiempo,
que va y viene danzando con las dudas,
que no se acaban,
nunca.

Algunos árboles deciden
conservar sus hojas,
yo me atrevo como otros
a perderlas todas.

Gonzalo

domingo, 21 de diciembre de 2008

Primera poesía

Sin perder la calma
los colores se invierten
interrumpiendo las palabras
que intentan viajar

en aquellos lugares que un día llenamos
vuelven a dibujarse tus labios
y sonrisas,
tu voz cargada de desilusiones
anunciando dudas
que solo se veían
desde las esquinas
donde te sentabas incómodamente
a ver a la vida
arrastrar con su corriente las imágenes
que te emocionaban;
a mi me costaba entender

el viento del que hablamos
y del que no,
continúa acariciándome a veces
y yo a veces vuelvo a sentir el vacío;
sin pistas
sin dudas,
dejaste un acertijo como los que disfrutabas,
como los que compartías conmigo
cuando las tardes y las noches
eran aún sinónimo de algo que ocurría.

Olvidaste avisarme
que no necesitas que te espere
como habíamos acordado.