viernes, 11 de enero de 2008

Es increíble e incalculable el poder de una mentira




Supongamos que sólo tenemos una fuente de información para conocer una realidad. Luego, que la palabra confianza toma por alguna extraña razón fuerza y uno deja la suspicacia inherente y adquirida de lado para creer sin siquiera dudar. Cada dato se transforma entonces en parte de lo que nuestro cerebro entiende como realidad, algo que para nosotros es verdadero. Es imposible conocer el mundo, pues sólo conocemos las ideas que tenemos acerca este éste. Las relaciones en todas direcciones que se generan entre estas concepciones, es la compleja red a través de la cual lo miramos todo, como admirar un paisaje, sus limites y la forma de sus fragmentos por entre los agujeros que quedan al construir un castillo de cartas.

En este proceso perfecto hasta el momento es imposible que esa mente conozca el significado de la palabra mentira. Todo lo que está en nuestra mente simplemente existe, y por ende es verdadero. La falacia nace cuando se produce por error o no, una contradicción de la información que entrega la fuente, creando así una doble realidad interna, una vieja que no coincide con la realidad externa pero que está formando parte del castillo de cartas, y una nueva que crea el conflicto. Como las estructuras mentales son lógicas, es decir, dos cosas diferentes y contradictorias no pueden ser verdad al mismo tiempo, una carta tiene que ser reemplazada por otra. Esta carta de la cual tenemos que despedirnos lleva impregnado además, aquello sin nombre que nos hacía confiar en que a través de este portal mágico podíamos conocer el universo de manera fidedigna, condición que es fundamental para que este modelo de generación de realidades funcione. Imagine el lector lo que sucede al tratar de reemplazar en una estructura tan frágil como una torre de naipes, una pieza por otra de distinta forma y tamaño.


Las moralejas las saca cada uno.


Te Toca!


PD: refranes populares de ayuda o relación a la interpretación:

-En la confianza está el peligro.
-La confianza es frágil.
-Ojos que no ven, corazón que no siente.
-Ojos que no ven, con razón no sienten.
-Las mentiras mas crueles son dichas en silecio.
-Cree en aquellos que buscan la verdad,
duda de aquellos que dicen haberla encontrado.
-La verdad a medias es mentira completa.
-De una mentira, ciento se derivan
-Una mentira puede matar mil verdades.

1 comentario:

dijo...

Me cuesta emitir alguna opinión empática respecto al tema, porque ese reemplazo de cartas, con innumerables caídas de castillos armados con dedicación y alegría, han sido la dinámica del existir que conozco.
Confianza, frágil palabra. La ilusión rota unida a ella, la más terrible idea.
Y en cuanto a las moralejas, por más que se saquen, es inevitable, teniendo un corazón puro que muchas veces olvida, aprenderselas de memoria y seguirlas al pie de la letra.