jueves, 17 de enero de 2008

Aclaración superficial desconocida del concepto de belleza física




Varias tribus de africa no logran entender el concepto de hermosura aplicado a un(a) hermano(a). Simplmente esa palabra no existe en sus lenguas. Es que el concepto de belleza física de los humanos simplmente no armoniza con la dimensión de realidad corporea en la que existimos y es esta la razón por la cual es cada día un ejercicio frustrante el mirarse al espejo, en especial aquellos cónvexos que dejan ver hasta la más sutil imperfección cutanea.
Este paradigma perceptivo tiene la ventaja de ser fácilmente modificable según los intereses del momento debido a la delgadez sustancial subyacente al mismo. Bastaría traer a alguien de la edad media a observar a las actuales "mujeres bellas" para luego de preguntarle y oírlo respondar, darnos cuenta que en realidad él considera que aquellas para hacerse llamar bellas deberían subir por lo menos unos 25 kilos de peso.


Incluso las personas que son beneficiadas(¿?) por coincidir con el prototipo de belleza no pueden envejecer tranquilas en este sistema sin sentir que una parte importantísima de ellos se está desvalorando en el mercado, que cada vez más exigente en sus requerimientos, termina dejándolos de lado cuando el item pierde valor hasta llegar a números rojos.

Muchas mujeres deben saberlo; ser admiradas sólo por su apariencia es algo que genera, aparte de lo económico, solo cosas negativas. Saben que cuando son buscadas solamente por su atractivo físico el encanto desaparece rápido y se lleva todo lo demás. Débiles de mente y bien educados son aquellos que han priorizado lo visual ante la emoción, el choque, el vértigo, y la verdadera atracción.

Una persona es bonita o fea sólo hasta cuando se la conoce. De ahí en adelante otras cosas empiezan a tomar importancia. "Lo esencial es invisible para los ojos" se dice en un libro que habla de la realeza. Seguramente habrá pensado el lector alguna vez, qué pasaría con los criterios de selección y elección de pareja si vivieramos en un mundo en que todos fueramos ciegos (recomiendo la lectura del libro "Ensayo sobre la ceguera" de Saramago). ¿No cree que seríamos un poco más libres?
Si no cree, no importa.


Te toca!

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